El kefir se refiere sencillamente a una bebida hecha a partir de leche fermentada. Este hongo en forma de gránulos o bolitas (como si de una coliflor se tratase), se nutre de leche fresca de cabra o de vaca y la hace fermentar, obteniendo esta bebida cremosa parecida al yogur batido.

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Pero no todo acaba aquí, lo que hace realmente especial al kefir es su composición. En su interior, guarda una mezcolanza compleja de bacterias (lactobacilos, leuconostococos, lactococos y acetobacterias) y levaduras (fermentadoras de la lactosa y no fermentadoras), las cuales son responsables de sus propiedades protectoras y reguladoras del sistema digestivo.

Aunque sea cremoso como el yogur y de un sabor y olor similar, el yogur se hace a partir de la fermentación de la leche, gracias al efecto de dos bacterias (Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus termophilus), mientras que el kefir se fermenta con una combinación diferente de bacterias, se le añaden levaduras y contiene pequeñas cantidades de CO2, alcohol y partículas aromáticas, lo que también le aporta cierta presencia de gas. Además, la apariencia del kefir es más líquida, se distribuye en botellas y se suele tomar bebido, como si de leche se tratase.

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Existe una variedad de kefir de agua y otra de leche. El primero, se parece a una limonada y tiene fama de ser más efectivo, en cambio, el que ha sido más extendido y comercializado es el kefir de leche, debido a que su aspecto recuerda más al del yogur.

 

Las propiedades principales del kefir son:

Cultivo casero del kefir
Conservación del kéfir

Os dejamos un video donde se explica cóno hacer kefir en casa; existen gran variedad de videos en internet  y éste nos ha parecido el más completo:

Y siempre tienes la oportunidad de disfrutar de las propiedades del kefir ya preparado que tienes disponible en Espai Eco.

 

 

 

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